lunes, 12 de marzo de 2012


             ENFERMEDADES DIGESTIVAS Y TOS FERINA

Apendicitis.

La apendicitis en la inflamación e infección del apéndice.
El apéndice es una pequeña estructura que cuelga de la parte derecha del intestino grueso y cuya función exacta se desconoce.

Síntomas.
Los síntomas de la apendicitis comienzan con febrícula y dolor alrededor del ombligo, y pueden ir acompañados de vómitos, diarrea o estreñimiento. El dolor suele empeorar y desplazarse hacia la parte inferior derecha del abdomen.
Causa.
 
La inflamación del apéndice se produce cuando este se obstruye y el contenido fecal retenido daña e infecta las paredes del mismo. Si evoluciona mucho la infección el apéndice se perfora y su contenido infectado pasa al abdomen produciendo una peritonitis 

Tratamiento.
El tratamiento es quirúrgico y consiste en extirpar el apéndice. Si se ha producido peritonitis se debe limpiar todo el abdomen para retirar los restos de material infectado.

Ulceras de estomago o ulceras gástricas.

Son lesiones de la mucosa que recubre el estomago. Afectan principalmente a personas mayores de 50 años, con una proporción mayor en hombres que en mujeres.
Es una enfermedad de carácter crónico que aparece y desaparece en diferentes periodos.
Síntomas.

A veces ningún tipo de síntomas, otras veces puede aparecer síntomas como: acidez, malas digestiones, dolor después de comer y vómitos.

Causas.

Infección por bacterias: muchas ulceras gástricas se producen a causa de una bacteria que produce infecciones en el aparato digestivo.
Otras causas pueden ser:
Alimentación inadecuada.
Hiperacidez gástrica.
Consumo habitual de alcohol o tabaco.
Estrés.
Herencia.
Cáncer.


Tratamiento.

Para aliviar los síntomas y atenuar el dolor se indica tratamiento farmacológico. Los fármacos habitualmente empleados son los antiácidos y protectores gástricos, Puede ser necesario un tratamiento a largo plazo.
Si existe infección por H. pylori, el objetivo principal es la erradicación de la bacteria causante del problema. El tratamiento se basa en la utilización de un inhibidor de la bomba de protones, para inhibir el ácido del estómago, combinado con antibióticos. Se administra durante unos días, tras los cuales se suele repetir la prueba del alimento para comprobar que la infección por H. pylori haya desaparecido. Si no se ha conseguido se puede repetir una nueva pauta de tratamiento.

El tratamiento de las complicaciones como el sangrado se suelen tratar mediante endoscopia, que localizan la úlcera sangrante y puede cauterizar la hemorragia.
Si existe perforación gástrica es preciso un tratamiento quirúrgico urgente.
Se puede indicar tratamiento quirúrgico en aquellos pacientes que no responden al tratamiento farmacológico o a la endoscopia. Los procedimientos quirúrgicos para las úlceras gástricas abarcan:
·     Vagotomía: consiste en seccionar el nervio vago que es el que controla la producción de ácido gástrico en el estómago.
·     Gastrectomía parcial, es decir, extirpación de una parte del estómago.



Enfermedad de Crohn.

La enfermedad de Crohn pertenece a un grupo conocido como enfermedades inflamatorias crónicas intestinales en las cuales se produce la inflamación de determinados segmentos del intestino.
Esta enfermedad puede afectar cualquier tramo del tubo digestivo, esto incluye desde la boca hasta el ano.

Síntomas.

La diarrea es el síntoma común en todos los casos. También puede aparecer dolor abdominal, presencia de sangre en heces, sangrado rectal, fiebre, fístulas, abscesos perianales y pérdida de peso. Como consecuencia de la inflamación puede haber mala absorción de los nutrientes, anemia y, en niños, retraso del crecimiento.
Causas.

No se conoce la causa de la enfermedad. Se han implicado factores genéticos, inmunológicos, ambientales e infecciosos. Por otro lado existen una serie de factores predisponentes para padecerla como ser de raza blanca, vivir en el primer mundo y tener familiares de primer grado que padezcan la enfermedad. El tabaco es un factor ambiental claramente relacionado con la enfermedad de Crohn, está relacionado con una mayor frecuencia de presentación, peor evolución y mayor riesgo de recaídas.
Tratamiento.

El tratamiento puede diferir de unos pacientes a otros en función de la gravedad y de las características de cada caso. Puede ser farmacológico o quirúrgico.
T. Farmacológico
El tratamiento farmacológico se administra tanto en los brotes como en los periodos asintomáticos, denominándose tratamiento de mantenimiento. Existen diversas opciones de tratamiento que incluyen fármacos con efecto antiinflamatorio local, corticoides, inmunosupresores y antibióticos.
T. Quirúrgico
 El tratamiento con cirugía se reserva para el tratamiento de las complicaciones: perforación intestinal, hemorragia, fístulas, etc.

Tos ferina.

Es una enfermedad bacteriana altamente contagiosa que causa una tos muy molesta e incontrolable y puede causar dificultad respiratoria.
 
Causas.
 
La tos ferina está causada por la bacteria Bordetella pertussis y produce una infección de las vías respiratorias altas.

Síntomas.
 
Cuando empieza la enfermedad los síntomas son similares a un resfriado: fiebre, tos, malestar y mucosidad. A los 10 o 12 días del inicio de los síntomas empieza la tos característica, en salvas y con un ruido inspiratorio típico al final de cada acceso de tos .Muchas veces la tos es tan fuerte que puede llevar al vómito.
La infección es larga, con una tos muy persistente y resistente al tratamiento que puede durar hasta 6 semanas o más.

Tratamiento.
 
Se usan antibióticos para acortar la duración de la enfermedad y para evitar que sea contagiosa. Los antibióticos son más efectivos en las primeras fases de la enfermedad.
En general son poco eficaces las medicinas contra la tos.
En algunos casos se puede complicar la infección con una neumonía.
La mejor prevención es la vacunación DTP a partir de los dos meses de vida.


Sara Guzmán Sánchez

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